Número: 180
Un concierto enérgico y alegre
Fervor por Zimbabwe en la Alhóndiga de Granaditas
Con gran energía, el grupo africano Mokoomba puso a bailar a todos los asistentes que se congregaron en la Alhóndiga de Granaditas con sus movidos ritmos de afrofusión. Originarios de Victoria Falls, una ciudad limítrofe entre Zambia y Zimbabwe, estos músicos crecieron en contacto con diferentes culturas, estilos y ritmos, crisol que les ayudó a desarrollar un sonido propio y fresco que los catapultó a la fama.
Considerada una de las más prometedoras bandas africanas, estos jóvenes que combinan el uso de instrumentos modernos con los tradicionales de sus lugares de origen, lograron ganarse al público mexicano que desde las primeras canciones les demostraron su aceptación, coreando y aplaudiendo.
En un momento del concierto era tal el influjo que ejercía una melodía sobre el público cervantino por su vigor que se formó una gran línea de conga en toda la explanada de la Alhóndiga.
Durante una de sus baladas, con un público más expectante, fue acompañada la tonada con movimientos de luces oscilatorios de sus celulares, imprimiendo a la noche un tinte espectacular. Mokoomba fue vitoreado al término de su concierto siendo despedidos por los asistentes con un coro que repetía: Zimbabwe, Zimbabwe…
Los integrantes del conjunto, que provienen de grupos étnicos como los luvale, nyanja y tonga, y habitan una franja fronteriza entre Zimbabwe y Zambia, son Mathias Muzaza, voz, coro y percusiones; Trustworth Samende, guitarra principal y coros; Abundance Mutori, bajo y coros; Donald Moyo, teclados y coros; Miti Mugande, percusión y coros, y Ndaba Coster Moyo, batería y coros.
La agrupación incursiona en el mundo musical desde 2001 y sería en 2008 que se hizo llamar oficialmente Mokoomba. Su primer éxito tuvo lugar el mismo año que ganó la Competencia Festival Interregional de Music Crossroads en Malawi, África Oriental. Han realizado giras por Europa y América.
Entre fuego, agua, tableros de ajedrez y una enojada Reina de corazones, Alice se refugia en el Festival Internacional Cervantino