Número: 250
Fusión de ritmos
Jupiter Okwess se presentó en la Alhóndiga con un sonido aderezado con estilos de todo el mundo
El hechizo de la banda africana Jupiter Okwess se hizo sentir en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, ya que atrapó al público con sus hipnóticos ritmos. Originario de la República Democrática del Congo, Jupiter Bokondji se inició en la música a muy corta edad gracias a que su abuela lo llevaba a presenciar fiestas nativas donde las canciones no faltaban.
Por el trabajo de su padre se mudaron a la República Democrática Alemana donde comenzó a conocer la escena del rock y el soul de bandas como Jackson 5 y James Brown. De regreso a su país, su abuela le regaló un tambor tradicional llamado tam-tam, iniciando así su carrera como percusionista; en un acto de rebeldía, rechazando las órdenes de su papá escapó de su casa para perseguir su sueño de convertirse en músico.
Aunque por un periodo vive en la calle, logra hacerse de un nombre. Ello lo llevó a visitar un buen número de países, formando diferentes agrupaciones. Finalmente, unos instrumentistas se acercaron a él para proponerle un proyecto, naciendo así la agrupación y estilo que conocemos: una fusión de blues, bossa nova, rumba, tango y sonidos del Congo que producen un peculiar sonido.
Pese a las barreras lingüísticas, la banda demostró en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas que la música es una manifestación del alma, común a todo ser vivo, por la que nos expresamos, logrando que el júbilo y la fiesta de la audiencia por los sones cosmopolitas dominaran durante todo el recital.
En el ámbito global, Jupiter Okwess ha logrado colaborar con grupos de la talla de Massive Attack y Gorillaz; con este último compartió escenario el pasado 24 de octubre, concierto que marcó su gira mundial.
Hiroaki Umeda brindó al público cervantino una experiencia inolvidable con su estilo dancístico