Número: 54
La soprano estadounidense regresa a México tras magno debut
Nadine Sierra desea conquistar al público cervantino
La soprano estadounidense Nadine Sierra vuelve a suelo mexicano en el marco de la edición XLVI del Festival Internacional Cervantino para repetir el éxito que tuvo recientemente en el concierto por los 40 años de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM).
Originaria de Florida, Sierra comienza su formación a los seis años y logra llegar a los terrenos profesionales del canto a los catorce, con el grupo Ópera de Palm Beach. De padre puertorriqueño y madre portuguesa, la intérprete afirma que su ascendencia le ha concedido su delicada voz y cree que los latinos tienen un fenotipo idóneo para la música vocal.
Sierra ha sido laureada con los premios Beverly Sills y Richard Tucker; también es la ganadora más joven de la Competencia Vocal de la Fundación Marilyn Horne y del National Council Auditions del Metropolitan Opera.
Considerada un prodigio, la cantante estadounidense ha pisado los más exclusivos escenarios de ópera como la Metropolitana de Nueva Yotk; de Dallas, de Atlanta, de Seattle, de Florida y de Boston, en Estados Unidos; la Nacional de París, en Francia; de Israel y del Estado de Berlín, en Alemania, donde compartió el entablado con Andrea Bocelli; el Park Avenue Armory, así como los teatros Lirico di Cagliari, La Scala de Milán y di San Carlo, el Massimo, en Italia, y el Palacio de las Artes Reina Sofía, en España.
En esta ocasión, Nadine Sierra ofrecerá un recital en el Teatro Juárez, donde presentará un nutrido repertorio que abarcará tanto arias tradicionales como piezas menos ortodoxas de creadores latinoamericanos, el viernes 19 de octubre, a las 21:00 horas. En el Salón Fumador del recinto, a las 20:00 horas, Octavio Sosa ofrecerá una charla introductoria.
La estadounidense interpretará Je veux vivre, perteneciente a la ópera Romeo et Juliette del francés Charles Gounod; Caro nome, de Rigoletto, escrita por Giuseppe Verdi; Regnava nel silenzio… Quando rapito in estasi de la obra Lucia di Lammermoor, del italiano Gaetano Donizetti; la overtura de L’italiana in Algeri, de Gioachino Rossini con arreglos de Ángel Rodríguez; Depuis le jour, que forma parte de Louise, compuesta por Gustave Charpentier; Deh vieni, non tardar de Le nozze di Figaro, de W. A. Mozart; para terminar, Melodía sentimental, del brasileño Heitor Villa-Lobos, y Me llaman la primorosa, de Gerónimo Giménez.