• Su espectáculo La banda se inspira en la poesía de Álvaro Carrillo
• Lo acompañan el requintista Celerino Jiménez y la acordeonista Marina de Ita
• Se presenta el domingo 14 de octubre, a las 12:00 horas, en la Ex Hacienda San Gabriel de Barrera

La voz de Chogo Prudente, compositor y músico de la Costa Chica, busca emocionar a los asistentes de la XLVI edición del Festival Internacional Cervantino con su concierto La banda, inspirado en la poesía y melodías que distinguen al creador e intérprete mexicano Álvaro Carrillo.

Se trata de una selección de boleros que representan la esencia musical de la Costa Chica, según el propio cantautor, con sentimientos que van del amor al desamor, la nostalgia y la añoranza.

Es reconocido en su natal Santiago Llano Grande la Banda, en Oaxaca, también como creador de corridos y chilenas, esta última, música tradicional de la región que se suele cantar con una declamación de versos improvisados al principio y al final de la melodía.

Sus composiciones trascienden fronteras de la República Mexicana, con motivo de sus presentaciones en Oaxaca y de su exitosa participación en el concierto Boleros de la Costa Chica durante la XLIV edición del FIC, junto con las Hermanas Laura y Celia García, y con Fidela Peláez y Manuel Castañeda.

Este año regresa al Cervantino para presentarse el domingo14 de octubre, a las 12:00 horas, en la Ex Hacienda San Gabriel de Barrera. 

Además de contar con tres discos grabados como solista, el artista colaboró en la compilación de grabaciones originales de Discos Corasón, con dos temas que interpretará en su presentación en el FIC, Luz de luna, de Álvaro Carrillo, y Chiquilla mía, de la autoría de Paco Melo.

Lo acompañarán en este concierto el afamado guitarrista oaxaqueño Héctor Díaz y en percusiones sus familiares Aníbal Cruz y Raí Prudente. Como invitados especiales a este evento estarán el afamado intérprete de chilenas y requintista Celerino Jiménez y la acordeonista Marina de Ita, fundadora del grupo Polka Madre, que imprimirá al recital el sabor irreverente de sus creaciones.

Si para Chogo Prudente el amor por su gente es el eje central de su vida, el deseo de hablar en voz alta de su región es lo que le motiva a compartir su repertorio y el de sus paisanos. De ahí su aseveración de querer abrir fronteras y evitar que su pueblo se quede como espécimen antropológico.