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El flautista Mario Caroli participó con un estreno en América
La OSUG sorprende al público cervantino con su programa
Un inusual e inesperado programa interpretó la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) en el primero de los dos recitales que ofrecerá en la edición XLVI del Festival Internacional Cervantino.
En el concierto, dirigido por el reconocido director mexicano Roberto Beltrán Zavala, la OSUG ejecutó tres piezas: la suite El mandarín milagroso de Béla Bartók; Sull’essere angeli, de Francesco Filidei (estreno en América), con la participación del flautista italiano Mario Caroli, y el Concierto para orquesta de Witold Lutoslawski, todas muy ovacionadas por la audiencia.
Poco antes de la actuación del prestigioso ensamble, primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana ofreció una conferencia en la Sala de Prensa Carlos Ximénez de la ciudad de Guanajuato, el maestro Beltrán Zavala explicó las características del repertorio musical.
“Las tres obras comparten esta diversidad instrumental, todas son muy virtuosas y difíciles y hay una búsqueda muy creativa en los distintos colores orquestales, planteamientos de las posibilidades sonoras de la orquesta. Es una especie de escaparate sonoro que le permite a la orquesta hacer un despliegue de sus capacidades técnicas”, explicó.
Sobre el Concierto para orquesta comentó que Lutoslawski utiliza muchas fuentes del folclor polaco y es una tendencia muy popular en la Europa del este del año pasado. Los compositores de la República Checa, Polonia, Hungría, Rusia exploraron cómo incorporar al repertorio de concierto (la música clásica) fuentes creativas que surgen del mundo folclórico.
Comentó que Sull’essere angeli de Filidei es una obra en la que todas las posibilidades sonoras de la orquesta se exploran al límite. Es una narrativa completamente distinta a lo que estamos habituados, en términos de la música de concierto.
Lo anterior se refiere a que durante el concierto el público podría imaginar que los percusionistas sólo están jugando con tubos en el aire, pero no es así, pues el compositor escribe para una serie de objetos que producen sonido.
“Me parece que vale la pena sacar de la zona de confort al público. Esta pieza lo hace de una manera muy irreverente y lúdica; los mete en una narrativa sonora completamente distinta”.
Respecto de la Suite del mandarín milagroso dijo: “La obra narrativamente es más fuerte, es dramática y toda la música responde a una historia específica, es música que habla por sí misma un lenguaje que nos deja claro lo que trata, pero no es nada en concreto”.
Relata la historia de tres bandidos que usan como cómplice a una hermosa mujer para atraer a sus víctimas al interior de la vivienda para robarles sus pertenencias. Las dos primeras personas que sucumben a la tentación son atracados y echados a la calle. El tercero es un misterioso mandarín, quien trata de evadir a la joven, pero ella baila una sensual danza que despierta su deseo. Él intenta con vehemencia alcanzarla y la persigue sin conseguirlo, cuando intenta abrazarla es atacado por los ladrones que casi lo matan, el mandarín aún vivo intenta continuar y tras varios intentos los ladrones por fin consiguen acabar con él.
Beltrán Zavala, quien es también director artístico de la Orchestra de Rotterdam, Holanda, aclamada por la prensa especializada como una de las mejores orquestas de cámara de Europa, explicó que esta pieza tiene referencias de las culturas exóticas y que el mandarín representa lo místico, desconocido y aterrador.